Bienvenid@s a la sección de Odontopediatría de Clínica Dental Tábara. Para inaugurar este espacio comenzaremos, cómo no, por el principio de todo en un dentista: la Primera Visita; ese momento tan importante y decisivo para padres, niñ@s y odontopediatra.

Como cualquier otro médico (o persona ajena que vaya actuar en nuestros peques: peluqueros, profesores, cuidadores, etc.), siempre despierta cierta ansiedad en los padres: ¿Mi hij@ se portará bien? ¿Le harán daño? ¿Tendrá muchas caries? ¿Necesitará ortodoncia? ¿Cuánto me costará todo?

Para los niños y niñas, la ansiedad es parecida: no dejamos de llevarlos ante un extraño que va a tratar su boca sin que ellos puedan ver lo que que está haciendo. Sólo van a escuchar ruido, sentir agua y aspiración, muchas cosas en su boca, y todo ello mirando a una lámpara en la mayoría de los casos. Si para muchos mayores es causa de miedo, podemos imaginarnos lo mismo en los pequeños. 

Por ello, debemos tener mucho cuidado en casa al plantear la primera visita, pues en general los niños no nacen con miedo al dentista: suele ser un miedo adquirido, irracional (pues todavía no se ha vivido ninguna experiencia negativa), que muchas veces transmitimos los mayores a causa de nuestras vivencias.

 

¿Cómo podemos preparar a los niños y niñas antes de ir al dentista?

 

  • Le informaremos con tranquilidad de que va a ir al dentista, sin transmitir dudas o agobio por nuestra parte. Podemos hacerlo el mismo día, para que vean que es una cosa rutinaria para la que no se tienen que preparar.
  • En los niños con TEA sí es necesaria una preparación previa, a acordar entre dentista y familia.
  • Evitaremos contar cualquier experiencia personal (“yo lo paso muy mal en el dentista”, “la última vez que fui me dolió mucho”), tanto antes como durante la visita (“a ver si se porta mejor que yo, que he sufrido tanto…”).
  • También evitaremos comentarios “en broma” (sobre todo mencionando palabras prohibidas) si el niño o niña se muestra temeroso o aprensivo.

 

PALABRAS PROHIBIDAS

ALTERNATIVAS

Jeringa, aguja, pincho, tornillo

No mencionar

Dolor

No existe (molestia, incomodidad)

Anestesia

Agua para dormir el diente

Taladro

Ducha para los dientes

Sangre

No mencionar (ketchup, tomate)

Arrancar un diente

Dar al Ratón Pérez

 

  • Si el niño o niña nos pregunta qué va a pasar en la visita, contaremos muy poco: “vamos a contar cuántos dientes tienes”, “vamos a revisar si están sanos”. Así evitaremos que su imaginación les juegue una mala pasada inventando escenarios que no van a suceder.
  • Si tiene alguna duda más le diremos que la resolverá el dentista. Si la familia le explica un tratamiento que al final el dentista no va a hacer, el niño o niña perderá confianza en sus padres y en el dentista por “mentirosos”.
  • Intentaremos no prometer recompensas antes de la visita. Negociar antes de que pase algo para los niños y niñas es señal de una compensación por algo que van a sufrir.
  • Los premios se pueden dar después de la visita si el comportamiento ha sido bueno (o mejor que la anterior vez). No tienen por qué ser materiales: tomar una merienda en una cafetería, ir al parque, ir a casa de un amigo, preparar su comida favorita… Y sobre todo, los halagos (¡Te has portado como una valiente!, ¡Qué campeón has sido!, ¡Le voy a decir a todos tus amigos lo bien que te has portado!, ¡Vamos a contarle a tu profe que has ido al dentista y lo hiciste genial!, ¡Estoy muy orgullos@ de ti!…)
  • El dentista no puede ser un castigo: no amenazar con “llevar al dentista si se porta mal” o decir que les vamos a reñir por no lavarse los dientes.
  • Reforzaremos la imagen positiva con dibujos animados donde salga el dentista (Peppa Pig, Caillou), cuentos o videojuegos.
  • Fomentaremos su independencia animándolo a pasar solit@ en futuras visitas, “como un niño o niña mayor”.

 

(Continúa en Parte II)